martes, 4 de octubre de 2016

Vértigo

24-6-16


Pocas veces tiene uno la sensación del vértigo histórico; quizá la Caída del Muro de Berlín o el 11S han sido momentos determinantes que mi generación ha podido vivir, pero esto del Brexit ha conmovido la seguridad de nuestras consciencias de forma parecida, no tanto por el impacto inmediato de la salida del Reino Unido de la Unión Europea, sino porque es la pieza que confirma el profundo efecto de la crisis del sistema.
Yo creo en Europa, comparto su cultura y tengo el convencimiento de que existe una identidad europea con personalidad suficiente como para constituir una entidad supranacional por encima de los países que la componemos, pero ¿es ahora mismo este proyecto el reflejo de las necesidades de esos pueblos? No soy antieuropeo, sí antidemagogos. Se lamentan nuestros burócratas del voto populista que ha generado esta hecatombe, dicen... No voy a negar ese componente porque mi posición ideológica es la contraria de los partidarios del Brexit, pero hágamos un poco de autocrítica: Europa se deshace como un azucarillo en un café ácido y ardiente que ha destruido la clase media culta que hacía posible la democracia, son los defensores de la Europa del capital los que han puesto las bases para que el patriotismo ramplón emerja como remedio a unas instituciones que sólo legislan para esa enorme clase pasiva de la especulación que no crea riqueza y, sin embargo, se la lleva calentita.
El Brexit no es el problema, es el síntoma de algo mucho mayor y peligroso. Las grandes crisis mundiales se han resuelto con guerras grandes. De momento, y toco madera mirando a Rusia y al polvorín con mecha islámica, no tenemos contienda abierta, pero está claro que hay una revolución en marcha que lo va a cambiar todo. Se queja el solemne político conservador europeo de la emergencia de populismos, me recuerda a ese padre elitista y erudito que jamás atendió a su hijo, que jamás le dio un gesto de afecto, que le proporcionó los dineros y desprecios por igual, y ahora se lamenta de no haber sabido que era heroinómano. No valoro, soy de espíritu europeísta, soy consciente de que el voto en contra de Europa tiene raigambre fascista, pero quienes lo han generado son los antieuropeos que enfundados en la bandera azul han robado el futuro de las generaciones que vienen, han favorecido una economía a imitación de la China dictatorial, se las han dado de laicos y liberales consolidando regímenes teocráticos por trincar el flujo de los petrodolares, una Europa que ignora la tragedia de sus exteriores, una Europa sin una izquierda que modere el egoísmo del lujo surrealista, una Europa cuya sangre era ilustrada y ha sido convertida en mercado de la nueva esclavitud que llaman contrato laboral.
La Europa fina se queja de los modales de la Europa tosca. Como dijo aquél, la economía condiciona el pensamiento. Como no consigamos reconducir la situación, como no devolvamos a los gobiernos la posibilidad de regular al mercado evitando sus salvajismos, este hundimiento va a proseguir. No tengo miedo, sí vértigo; la economía mundial no necesita crecer, necesita enfriarse empós de la sostenibilidad, y lo hará de una de estas dos formas: o manteniendo la acumulación en esas élites soberbias que usan la política a su mayor gloria (generando turbas de pobreza ignorante que son el medio ideal de los extremismos), o reparando los desequilibrios en favor de la libertad y la felicidad, sí, la felicidad, esto es: el conocimiento.

La izquierda es una actitud de búsqueda, una especie de escepticismo político, es pensamiento vivo frente al conservadurismo estático que sólo mira desde la poltrona del que no quiere cambios (porque no le compensan); ahora es el momento de la izquierda... o el horror.

Huelva Puerta de América

1-8-16

1 de agosto. Me da igual esa burda estandarización de las Colombinas iniciada por Pedro Rodríguez, en un intento de hacernos más Jerez, Málaga o Sevilla, entre otras cosas porque no voy. Sin embargo, querido Presidente de la Diputación, amados alcaldes de Palos, Moguer y Huelva, con todo el respeto: creo que tienen ustedes la responsabilidad de cambiar nuestro iberoamericanismo y no repetir otro 92.
La palabra "descubrimiento" respondió a una determinada perspectiva cultural, pero hoy sólo reaviva el horror de una conquista y un colonialismo que debemos asumir sin culpas, no me siento responsable por lo de Hernán Cortés pero tampoco tiene sentido proclamarse orgulloso del horror histórico que la perspectiva nos ha hecho entender. ¿Podríamos hacer algo así hoy? La respuesta es clara y por eso mismo no podemos reivindicar lo que todos sabemos, salvo peligrosa ignorancia voluntaria e interesada. Descarten también "gesta".
Huelva ha tenido (¿tiene?) la oportunidad única de ser Puerta de América para Europa, especialmente para los hablantes hispánicos. En vez de carabelas e indios de cartompiedra, hace mucho que debería funcionar una cátedra universitaria, una fundación o una estructura ora de la Diputación ora de la Junta, bien del Estado central, en torno a Colón, Alonso Sánchez, o mejor (y se le podría dar la dimensión que merece) la Fundación J. R. Jiménez, recordemos que él ya denunció esta tontería descubridora y prefería hablar de americohispanos, por deferencia a la cantidad y valía del mundo americano frente a este paternalismo tontizante de la "Madre Patria".
Por aquí debería pasar a comunicarse con Europa toda novelista, todo poeta, cualquier pintor, cineasta, científico, profesora, conferenciante... y la Universidad debería estar volcada en comunicar la actividad americoeuropea con foros transatlánticos permanentes, hablo de prestigio y grandeza, unos cursos en verano o unas maestrías técnicas sólo sirven para justificar que se ejecuta bien un presupuesto, corto, por otro lado, y nada más. Por cierto, el edificio del Banco de España, o el de Santa Fe, o el de frente al Ayuntamiento... ¿se usan?

Para esto hace falta pedagogía por parte de nuestros dirigentes políticos, que ellos mismos se crean este discurso, aunque es más fácil colocarse una banda sobre la americana y asistir a misa en La Rábida; no veo grandes intelectuales involucrados en lo colombino. Debemos ser la referencia para querer venir, el trampolín para abrirse mercados aquí, exposiciones, editoriales, becas, intercambios, programas desde la escuela hasta el instituto, gastronomía, residencias para estudiantes, investigación compartida... Ésta es la oportunidad económica y de promoción más grande que tiene nuestra provincia; lo Público no debería financiar a la empresa privada directamente, sino a través de la Enseñanza y un modelo social, esto es el liberalismo de verdad y no el de Juan Palomo; no necesitamos AVEs, ni aeropuertos ni lanzaderas espaciales: sólo Cultura e inteligencia.

El chorizo

25-7-16

España es una marca de chorizos. Muy buenos, por cierto; si uno se mueve por el mundo, el chorizo español es una seña de identidad con la que nos reconocen por todas partes. Yo creo que al final deberíamos exportar lo que nos caracteriza, porque este tipo de materia embustida, como la de España: en ningún sitio.
Supongamos que yo fuere Presidente: si la Guardia Civil afirma que hay delito en los cursos de formación andaluces y el Tribunal de Cuentas que no, después de años de investigaciones y todo lo que ha salido en la prensa, está claro que alguien debería irse a su casa, porque no es posible que la Benemérita cometa errores de ese calibre o que actúe interesadamente... es que si esto es así, la disuelvo; si el Tribunal de Cuentas, famoso por su imparcialidad, compuesto por profesionales de trayectoria ejemplar y de primera línea, es quien comete el error, pues lo disuelvo también. Eso deberían estar pidiendo Susana Díaz y Mariano Rajoy, en una democracia de verdad, en vez de alegrarse o recular según sople.
Dése cuenta, querido ciudadanito, ciudadana estimada: tal y como nos llega la secuencia de acontecimientos, el problema radica en que no podemos confiar en institución alguna, porque uno lo que ve, desde fuera, son batallas por el poder en las que las más de las veces se nos escapan hasta los motivos reales.
Yo creo que la corrupción es consustancial al ser humano, y la violencia, la avaricia, la frustración, el dominio... vamos, que no creo (ni quiero) vivir en un cuento de hadas, pero la Ley es un gran descubrimiento histórico (y, tal y como la conocemos hoy, no muy antiguo) y verdaderamente garantista, si la separación de poderes y la luz de la Cultura se extienden, claro está. El problema de la democracia española actual es que la ciudadanía ya no la toma como una aspiración para la felicidad del habitante sino como un mal menor en el que contamos con que todo es mentira, y bajo la diplomacia de las formas se esconde la basura del ladrón de guante fino, el putero hipócrita, la tonta esdrújula y el circunspecto idiota, más las barriadas-gueto en las que, mientras no salgan, no importa lo que suceda, y todo da igual porque hemos limitado la libertad a cobrar a fin de mes. Pero yo creo que no.

No existe la verdad política. En realidad, así a lo bruto, no existe ninguna; pero esa idea, a sabiendas de su inexactitud, ha funcionado como zanahoria de la burra inteligencia para llegar a algún sitio. Vale... economía, deuda, pensiones, crecimiento, vale... ¿alguien está mirando hacia dónde y para qué? Estamos corriendo por una carretera hacia ninguna parte, que decían tanto Fernán Gómez como el David Byrne de las Cabezas Parlantes; lo que vemos es una batalla estúpida en la que todo depende de quien la cuente, aquí no importa lo que pasa, Madrid, Valencia, Sevilla, Barcelona, el expolio del Estado sólo nos duele cuando lo hacen los otros. Ésta es nuestra baza, el no va más: Chorizos España.

Mi guerra

18-7-16

Me levanto a la mañana siguiente de la batalla con sensación de pérdida y tristeza. Pero en la guerra hay muchos matices y cada sección del ejército, de la sociedad, tiene su diferente cometido; es necesario que algunos estén en el cuerpo a cuerpo, con valentía, y entiendo la necesidad de la defensa, no cabe palabra ante el asesino... pero mi guerra es otra, en la retaguardia... dirán que con los cobardes pero no asumo tanto, no creo que dependa de mí: sólo hago la parte de un intelectual, sí, un intelectual, por qué me mira así... uno que se pregunta por las causas y quiere soluciones, y entrego esta fuerza mía con toda mi voluntad pero sin tiros.
Porque en mi guerra queremos una democracia mundial y que los Derechos Humanos se cumplan en todos los rincones de la Tierra, y para eso es necesario que todas las legislaciones se sometan a una instancia legal superior a manera de constitución planetaria, y la única herramienta que haría posible eso sería vincular la capacidad de comerciar a una separación de poderes real. En mi guerra el mercado rige la economía pero con unos mínimos garantizados para la ciudadanía porque el origen de la riqueza está en la capacidad humana de trabajar y la especulación es subsidiaria, y el medio ambiente, el espacio en el que vivimos, es una prioridad, y en mi guerra la Enseñanza y la Educación son fundamentales porque dan las claves de cómo vivir, y hay libertad para creer con la estricta prohibición del proselitismo y la invasión de la libertad del otro, y las religiones confesionales son estafas históricas y hay obligación de enseñarlas en las escuelas para que desde la infancia podamos ver cómo la fe es el principio de la ruina moral, y que bajo la piel del cordero de Dios de la esperanza en la vida futura, la moral y la caridad, se esconden la frustración, la negación de la vida, la muerte y el mal absolutos. La fe es intolerancia. En mi guerra se enseña el hedonismo, porque después de la justicia el placer es la forma de vida, y se enseña a amar, esto es: a tocarse, a ponerse en la posición del otro, a empatizar, a la desnudez, a fundir deseo con enamoramiento, y se enseña a rebelarse contra la intimidad que es la madre del control y la represión. En mi guerra la muerte no da miedo porque lo inmaterial no es, y la ciencia y la razón y la belleza sustituyen a las tradiciones, que en mi guerra no se confunden con la Cultura porque sabemos que ésa es la forma de dominio de las élites, que no son parte de ellas sino espectadores privilegiados.

El combate es universal mas mi campo de lucha es mi derredor; pienso que si estas bombas se arrojaran por doquier sería la batalla final. No sólo podemos esperar a matar al asesino; éste es el bucle del terror. En mi pelea todo responsable que no trabaje en esta dirección será criminal de guerra. La Razón no es etnocéntrica, sino el medio para evitar el fanatismo. Es duro; ahí va la vida.

De gases varios

11-7-16

¿Ha pasado Doñana de coto a cortijo? "Cotodoñana" sonaba rancio, orgullo herido de Andalucía imparable. En esta debacle todo se va al carajo (lugar en un barco). Imaginen un costoso parque para niños y que una empresa, con sus perejiles, obtiene licencia para construir debajo un matadero... sería un escándalo; pues colocar un gasoducto debajo de Doñana es una estulticia del mismo calibre, por mucha legalidad, plazos, documentación fragmentada, permisos, etc., que la adornen. Y los políticos que lo van a permitir por acción (PP) y omisión (PSOE-Cs, pacto andaluz) van a ser responsables de uno de esos autos contra la sociedad española que difícilmente se olvida. No se trata de Leyes, se trata de ética y de tener un proyecto medioambiental. Porque lejos de tolerar algo así, habría que estar trabajando contra lo que ya hay, porque este oxímoron del gas y Doñana ni es nuevo ni coge de sorpresa a nadie. ¿Por qué no poner un central nuclear detrás de la Ermita del Rocío? Total, no dan tantos accidentes (modo irónico).
El día de la noticia este periódico en sus titulares no le da relevancia; el ayuntamiento de Almonte parece negarse con la boca chica y argumenta con más política que ecología por ser cosa del PP (¿no estuvo don Felipe González por aquí?); la Presidenta de la Junta saca pecho anunciando 14.000 hectáreas más de zonas protegidas cuando se la interpela en el Parlamento y el Consejero Fiscal: legalidad; el mismo viernes día 8 se reune el Pleno del Consejo de Participación de Doñana y, aunque quiero suponer que se trataría el asunto, en el orden del día ni aparece, cuando habría merecido una reunión extraordinaria y una oposición lógica a esta barbaridad. Heineken sí estaba, ellos sí dan.
El "Agua ya" es otra irresponsabilidad que debieron solucionar los políticos hace muchos años y que pagarán nuestros hijos, hay alertas internacionales más que graves sobre la situación de los acuíferos, sin nombrar a Matalascañas, Mazagón, El Rocío... Gastar 11'5 millones de euros y cumplir con los requisitos exigidos por las auditorías es tan sencillo como dedicar gente a ese oficio, pero tener cumplimentada la burocracia no es suficiente: creer en Doñana como pulmón necesario para Europa y África y defenderla como parte del futuro del planeta es otra cosa, se necesita grandeza de ideas.

Pero nuestros políticos valen para cualquier roto, del Parlamento pasan a un Puerto o al Adif o a la banca o a una Embajada, después se rodean de técnicos cómodos que solucionen los problemas que ellos mismos crean y así va la maquinaria. Y las grandes corporaciones saben cómo engrasar este mecano, cómo embadurnar con valvulina todo para que fluya como espejo de su filantropía más que probada, grandes corporaciones que mantienen lagunas y ponen pasta para conservar el medio ambiente de todos... ¿no? (modo irónico otra vez).

Recreativos Huelva

4-7-16

A mí me da igual que a la gente le guste el fútbol; que el Ayuntamiento de Huelva quiere gastar un pastón en el Recreativo... voy a decir que a mí ni fu ni fa, haciendo de corazón: tripas. Hubo un tiempo en el que la "intelligentsia" de este país se las daba de antifutbolera (y antifolklóricas, antisemanasanta, antirrocío, antitoros...), pero hoy, cuando algunos de nuestros poetas más conocidos y progres se desgañitan por el Glorioso, todo eso está demodé. Yo sigo con cara de sorpresa por ver lo que el fútbol mueve. Y sí, lo siento, creo que es uno de esos opiáceos que nos administran, por nuestro bien, claro.
Repito, el Ayuntamiento gasta lo que no tiene en el Recre: allá él, cada político hace con nuestro dinero lo que quiere, ¿no?, así están las cosas. Quiero creer que lo hace convencido de la bondad de un gesto como ése. La Diputación se suma y fundaciones de cajas a extinguir, controladas por ellos mismos, también ponen nuestro dinero... Lo que me pregunto es si lo pueden ofrecer a su electorado como algo justificable teniendo en cuenta los expolios arqueológicos en la capital, la situación de los restos romanos, el lamentable estado de Fuentepiña o las penurias sempiternas de la Fundación Zenobia-Juan Ramón Jiménez, las promesas incumplidas del Banco de España, del edificio de Santa Fe... La respuesta es sí, un Ayuntamiento como el de Huelva sabe que a la gente le importa un carajo un poeta premio Nobel pero asaltaría y quemaría el Consistorio por el Recre.
La verdad es que esto de atribuir la representatividad de una ciudad a un club de fútbol me parece estupendo, para quien quiera tragárselo; hacerlo oficial con mi dinero público creo que es jugar a mantener lo dado para no tener problemas, y los alcaldes saben lo que hacen, no he visto muchas peleas multitudinarias o manifestaciones en las puertas del Thyssen o del Prado en Madrid, pero las imágenes de la Eurocopa de criminales arrasando y masacrando a todo lo móvil a sus alrededores deberían ser suficientemente elocuentes como para que la autoridades públicas con responsabilidad decidieran mantener ese monstruo al menos contenido.
Sin embargo el poder se mueve en los palcos de los estadios de fútbol, y cada ciudad, cada pueblo tiene el suyo. Si comparamos las instalaciones deportivas dedicadas al balompié con la inversión cultural en cualquier pueblo de la provincia de Huelva, entenderemos la idiosincrasia de un país embrutecido, tolerante con las deudas públicas de quienes manejan el cotarro futbolero, capaz de pagar conferencias a lerdos que se autoproclaman periodistas, un país que sólo lee la prensa deportiva, que se detiene cuando hay partido gordo, que discute de fútbol como a quien le va la vida, que ningunea todo triunfo deportivo que no sea futbolero y de tíos; iba a preguntarme cómo hemos llegado a esto, pero don Gabriel Cruz, o nuestro siempre amado Rodri, y tantos otros, lo saben perfectamente.

lunes, 4 de julio de 2016

Arturo Corcuera y Tarzán, 26-6-16

Ha estado en Moguer, en la Fundación Z-JRJ y con el respaldo institucional de la Diputación a través de la organización del 525 Aniversario, el poeta peruano Arturo Corcuera. No sé si agradecer al público de Huelva y su provincia su indolencia ancestral, porque actos como éste permanecen en el recuerdo casi como una cita privada, familiar... Juan Ramón, sabio él, creía un insulto llamar a los americanos de lengua española "hispanoamericanos", porque hace mucho que lucharon por su independencia y dudar de su mayoría de edad como sociedades es racismo, lo digo claro; él prefería "americohispanos", porque hoy es más lo que nos pueden aportar ellos que lo dado por nosotros, aunque sólo sea por cantidad. Huelva, pero sobre todo Palos y Moguer, se regorjan con su logorrea descubridora en un exceso que cualquier americano debería despreciar como ridículo; Huelva debe aprender de una puñetera vez que América es una oportunidad, no un orgullo patrio, toda esa perversa reconstrucción de la "gesta" es una chorrada que sólo sirve para engordar currículos de eruditos locales intrascendentes y políticos ansiosos de eternidad que se saben caducos. Huelva, y creo que su Diputación en particular, tiene la obligación de convertir a esta tierra en un foro cultural para Americohispania por el que pasen las editoriales, los escritores, los artistas americanos, eso situaría nuestra provincia en el mapa planetario, lo otro vendrá con más trabajo serio. Si en JRJ no se invierte, lo americanista se limita a la colombofilia, y no me refiero a los palomos.
Arturo Corcuera es un hombre corito, pero grande de presencia; su pelo cano y ralo a lo Liszt excede a la mirada, que mantiene en el recuerdo a un tipo alto que no lo es, aunque gigante poeta. El tópico lo nomina como mago de la palabra y pudimos percibir esa mancia entre olores a jazmín, paredes encaladas y una madreselva que trasminaba a dama de noche. Arturo perdió un papel y empezó lento, la edad le marca un ritmo distinto, su fuelle es corto, apenas reguerillo, pero ventalle de sabiduría; ahora lo pienso y ese papel se perdió queriendo, porque todo retórico sabe que la ley es ir de lo menos a lo más y al final de su lectura nadie recordaba la fragilidad. Su verbo suave y cadencioso, rítmico y sibilante, emotivo y repleto de una ironía finísima y amarga, llenó de luz la oscuridad en sonochada del patio de la casa del Moguereño.
Sus poemas tienen esa virtud de la depuración, de con casi nada decirlo todo, pero cualquier aficionado al verso descubre en ellos una orfebrería de ideas, de eufonía y cadencia que lo hacen poeta singular y repleto de vida, porque todos sus textos son obras completas y complejas de técnica, sin embargo no traslucen la maquinaria.

Que gran fiesta tener a Arturo Corcuera en Huelva, en Moguer, emocionado con un JRJ que sigue siendo más apreciado allí que aquí, citando a Derek Walcott, Julio Ramón Ribeyro, Carlos German Belli, Octavio Paz... Ha sido una de esas citas históricas que alguien recordará por escrito. Su verbo despacioso y risueño, su amabilidad, su conocimiento de la realidad social, política y cultural española (Rosi Andrino, compañera de vida, es del Barco de Ávila), todo hizo de la noche del viernes un aparte en el tiempo. Hay que reeditar en España ya su Noé delirante, por ejemplo, libro soberbio que lo pretende todo y casi lo consigue, nada es perfecto. Oírle leer su "Tarzán y el Paraíso Perdido" con voz quejumbrosa entre la lágrima y la carcajada, un Tarzán derrumbado, destruido y vencido, es una lección de poesía que jamás olvidaremos quienes estuvimos allí. Arturo Corcuera, acuérdate de nosotros mirando el cielo de Lima y los chuparrosas inflamados...